Máximas de dos dragones experimentados [1]…
1. Prestarle
atención a tu corazón, ahí encontrarás la valentía.
2. Prestarle
atención a tus alas de dragón, ahí encontrarás la fuerza.
3. Prestarle
atención a tu cola de dragón, ahí encontrarás el equilibrio.
Sin
embargo, el pequeño dragón, en este hermoso relato infantil de Aguilar y
Colombo, a pesar del deseo de sus padres, no podría volar solo.
Aunque
no quisiese reconocerlo frente a ellos,
el pequeño dragón tenía miedo de volar.
“Dragón
más grande que un león, los grandes problemas necesitan grandes soluciones”
– le dijo sabia su amiga la mariposa.
- ¿A qué le tenés miedo?
– le dijo sabia su amiga la mariposa.
- ¿A qué le tenés miedo?
-
A caerme y romperme la cabeza – dice el angustiado Dragón.
- ¿Tendrías miedo de caerte de esa piedra? – lo desafío pícara la mariposa.
Así, cada día el dragón fue saltando de piedras cada vez más altas. _
Hasta que en uno de esos saltos, tuvo que dar un aletazo. Y – oh, maravilla dragonesca!
Después dio otro, y otro más.
- ¿Tendrías miedo de caerte de esa piedra? – lo desafío pícara la mariposa.
Así, cada día el dragón fue saltando de piedras cada vez más altas. _
Hasta que en uno de esos saltos, tuvo que dar un aletazo. Y – oh, maravilla dragonesca!
Después dio otro, y otro más.
Y
así, el dragón sin pensarlo, estuvo volando solo…
Feliz
llego a la casa de sus padres y puso al tanto a sus padres de su gran
descubrimiento.
“Es que descubrí que lo cuarto que hace falta para volar solo es tener ganas”.
1. Inquietud del individuo
Vivida como una carencia, lo que implica ciertas dosis de angustia e insatisfacción.
2. Objeto
Puede ser real o virtual y es percibido por el individuo como resolución de esa carencia.
Puede ser real o virtual y es percibido por el individuo como resolución de esa carencia.
3. Necesidad
De obtener ese
objeto que satisfará la carencia y, por tal circunstancia, pasa a ser
considerado como un objetivo.
4. Aporte
Lo que debe
realizar el individuo como condición para acceder al objeto que calmará su
necesidad, y así reducir su inquietud, hasta que aparezca una nueva inquietud
por otra carencia.
Una
condición para la implementación
satisfactoria de dichas herramientas motivadoras es que los planes de
motivación no sean generales, sino personales, es decir “a medida” de las
necesidades de la persona, aumentando asi la sensación de reconocimiento que
éste espera.
Otra condición que los planes motivacionales deben cumplir es que partan de lo que necesita el talento (desde la necesidad) y no de lo que necesita la empresa (aporte).
Susan Arévalo
13.06.12
[2] “Pequeño dragón aprende a volar” – Graciela Pérez Aguilar/ Natalia Colombo – Editorial Edelvives
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