Especialmente
en el caso de las empresas de servicio, existe una elocuente verdad: quien impacta
en el cliente es el empleado.
Es decir, por
más estándares de calidad que establezcamos, manuales, visión de servicio,
quien ejecuta esas estrategias frente al cliente es el empleado.
Y por ende
muchas veces cuando en las empresas se plantean capacitaciones para lograr el fortalecimiento
del compromiso de los colaboradores, la experiencia muestra que es muy positivo hacer hincapié en la
transmisión de cuál es la visión del negocio.
Pero no solo respecto a cuáles serán los objetivos y desafíos, sino a algo más profundo, casi filosofico, que podemos pasar por alto.
Pero no solo respecto a cuáles serán los objetivos y desafíos, sino a algo más profundo, casi filosofico, que podemos pasar por alto.
¿Saben
nuestros empleados cuál es el meollo de la cuestión?
¿Saben para qué es todo este “stage”? como se dice en ámbitos artísticos…
Recuerdo una escena
de “Devil wears Prada” donde a la recién incorporada asistente interpretada por
Anne Hataway se le escapa una risita nerviosa en una situación donde su jefa,
la Directora General, Miranda Priestly,
junto al equipo de diseño se devanan los sesos buscando definir “el” conjunto
que fotografiarán y formará parte de la próxima portada de la exitosa e
influyente revista de modas.
La nueva
colaboradora, Annie, juzga las acciones del equipo directivo como triviales, insignificantes
y no dignas de “tanta vuelta” como lo sería por ejemplo “buscar la cura para el
cáncer”.
Sin embargo, este exabrupto desata la furia de su jefa, ya que pone en evidencia que la flamante colaboradora no entiende lo estratégico que esta actividad es para el negocio.
Ante la mirada desaprobadora de todos los allí presentes, ella debe confesar que ambos cinturones le parecen iguales.
Sin embargo, este exabrupto desata la furia de su jefa, ya que pone en evidencia que la flamante colaboradora no entiende lo estratégico que esta actividad es para el negocio.
Ante la mirada desaprobadora de todos los allí presentes, ella debe confesar que ambos cinturones le parecen iguales.
Y ahí todos
lamentamos la torpeza de la periodista devenida en inexperta secretaria que con
mucha incomodidad escucha la transmisión de la visión del negocio que le ofrece una malvada Meryl Streep describiendo detalladamente el
“core business” de la revista, y cómo la moda forma parte de la vida de todos,
aun de quienes nos sentimos fuera del mundillo.
“Vos crees que
esto no tiene nada que ver contigo. Solo vas a tu closet y elegis lo que te
pones.
Sin embargo ese color cerúleo en tu sweater costo miles de millones y empleados y es gracioso que pienses que tu decisión te exime del mundo de la moda, cuando estás en verdad usando ese color porque fue elegido por las personas que estamos aquí en esta habitación”
Sin embargo ese color cerúleo en tu sweater costo miles de millones y empleados y es gracioso que pienses que tu decisión te exime del mundo de la moda, cuando estás en verdad usando ese color porque fue elegido por las personas que estamos aquí en esta habitación”
¡¡Que bueno
hubiera sido que se lo explicaran!!
Es importante
que toda la gerencia media transmita frecuentemente, no solo a sus recién
incorporados empleados, sino a todos en la organización “de que las va este
juego”, cómo la organización aporta valor, cuán involucradas están las
operaciones en la sociedad, en la comunidad de negocios, cuál es el valor
agregado.
Especialmente
desde la mirada del mercado como un cliente, actual y potencial cliente, el
primero.
Y después desde
el Circulo virtuoso de Servicios, porque es un espejo del cliente.
Susan Arévalo
11.06.12
11.06.12
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