Monday, May 28

Entonces, ¡Renunciá!

Es la escueta y firme respuesta que le da Nigel a Andy.

Hasta acá nada muy original. Ámbito de trabajo, ¿la gente de que habla? 
 Si,  correcto. Habla de trabajo.

¿Y quién no se sintió tentado alguna vez a retrucarle así a un compañero que no cesa en su afán de tomarnos como “el muro de los lamentos?


Solo que esta  flamante periodista devenida asistente personal es la bellísima Anne Hathaway y el origen de todos sus padecimientos es  Miranda Priestly, Editora jefa de Runaway, la Revista nro 1 de la Moda.
En esta novela best seller escrita por Lauren Weisberger la novel secretaria se queja.
 
- “Nada es suficiente. Mi jefa me odia. Si hago algo bien, nadie lo reconoce. Pero si lo hago mal, ella es sanguinaria”.

- Un millón de chicas matarían por tu trabajo, es la frase que reiteradamente escucha Andy.
Y en esta conversación Stanly Tucci, en la piel de Nigel, enfatiza con un chasquillo de dedos la vehemencia de su - “Puedo conseguir otra chica así, en cinco minutos que quiera (enfatizado)  verdaderamente hacer tu trabajo”.


- “Pero no quiero renunciar, solo digo que me gustaría recibir un pequeño reconocimiento por el hecho de que me mato intentándolo”.
Y es en este momento del dialogo cuando este “mentor” natural le retruca:

- “Andy, admítelo, no lo estás intentando. Estas quejándote…

[1]Dice Echeverria en “Ontología del Lenguaje” ..Las afirmaciones corresponden al tipo de acto lingüístico que normalmente llamamos descripciones.  En efecto ellas parecen descripciones. Se trata sin embargo, de proposiciones acerca de nuestras observaciones… “Tenemos el cuidado de no decir que las afirmaciones describen las cosas como son, ya que, como hemos postulado nunca sabemos cómo ellas realmente son. Sabemos solamente cómo las observamos..



“ Y lo peor – continua Nigel, es que no te importa, porque en este lugar donde tantos morirían por trabajar, vos solo te dignas a trabajar.  Y queres saber porque ella no te besa en la frente ni te premia al final del dia por hacer bien tu tarea”
Es un desafío abandonar las conversaciones de queja, o descripción de los hechos.
Son buenas como catarsis, pero no generan cambios.



Y siempre es tentador y humano querer que sea el otro quien cambie.
Que me reconozcan, que me expliquen, que me digan. Economía de recursos.
Que bueno contar con alguien que nos ayude a ampliar nuestra visión, a expandir nuestra comprensión  y a analizar cual es mi compromiso.
Si fuese quejarme, enhorabuena! La verdad que Meryl Streep interpreta tan escalofriantemente bien a Miranda que habría que tener agua en las venas para no quejarse un ratito.

Pero, si después quiero cambiar la realidad, (como hace la protagonista más tarde en la película) hare un movimiento discursivo que genere para mi una nueva realidad a partir de mis declaraciones.

[i]“Cuando hacemos declaraciones no hablamos acerca del mundo, generamos un nuevo mundo para nosotros. La palabra genera una realidad diferente. Después de haberse dicho lo que se dijo, el mundo ya no es el mismo de antes. Este fue transformado por el poder de la palabra.


Susan Arévalo
23.05.12



[1] “Ontología del Lenguaje” Rafael Echeverría, Editorial Granica


[i] [i] “Ontología del Lenguaje” Rafael Echeverria, Editorial Granica

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