Monday, April 9

Cómo aprende a volar un dragón


Máximas de dos dragones experimentados 
[1]
1. Prestarle atención a tu corazón, ahí encontrarás la valentía.

2. Prestarle atención a tus alas de dragón, ahí encontrarás la fuerza.

3. Prestarle atención a tu cola de dragón, ahí encontrarás el equilibrio.


Sin embargo, el pequeño dragón, en este hermoso relato infantil de Aguilar y Colombo, a pesar del deseo de sus padres, no podría volar solo.


Aunque no quisiese reconocerlo frente  a ellos, el pequeño dragón tenía miedo de volar.

“Dragón más grande que un león, los grandes problemas necesitan grandes soluciones”
– le dijo sabia su amiga la mariposa.

- ¿A qué le tenés miedo?

- A caerme y romperme la cabeza – dice el angustiado Dragón.
- ¿Tendrías miedo de caerte de esa piedra? – lo desafío pícara la mariposa.

Así, cada día el dragón fue saltando de piedras cada vez más altas. _
Hasta que en uno de esos saltos, tuvo que dar un aletazo. Y – oh, maravilla dragonesca!
Después dio otro, y otro más.



Y así, el dragón sin pensarlo, estuvo volando solo…

Feliz llego a la casa de sus padres y puso al tanto a sus padres de su gran descubrimiento.

“Es que descubrí que lo cuarto que hace falta para volar solo es tener ganas”.
 La motivación, como uno de los  conceptos más importantes del Comportamiento organizacional, supone la relación causal y continua de 4 factores:[1]

1. Inquietud del individuo
Vivida como una carencia, lo que implica ciertas dosis de angustia e insatisfacción.

2. Objeto
Puede ser real o virtual y es percibido por el individuo como resolución de esa carencia.

3. Necesidad
De obtener ese objeto que satisfará la carencia y, por tal circunstancia, pasa a ser considerado como un objetivo.

4. Aporte
Lo que debe realizar el individuo como condición para acceder al objeto que calmará su necesidad, y así reducir su inquietud, hasta que aparezca una nueva inquietud por otra carencia.

Una condición  para la implementación satisfactoria de dichas herramientas motivadoras es que los planes de motivación no sean generales, sino personales, es decir “a medida” de las necesidades de la persona, aumentando asi la sensación de reconocimiento que éste espera.

Otra condición que los planes motivacionales deben cumplir es que partan de lo que necesita el talento (desde la necesidad) y no de lo que necesita la empresa (aporte).

Susan Arévalo
13.06.12

[1]  “Identificación y retención de talentos” – Luis Van Morlegan

[2] “Pequeño dragón aprende a volar” – Graciela Pérez Aguilar/ Natalia Colombo – Editorial Edelvives

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